sábado, 20 de julio de 2013

Capitulo XII.


Capitulo XII.

Una mañana cualquiera, en un lugar de la ciudad.

¨Por fin es viernes¨ pienso nada más levantarme. Me visto medio dormida y voy a la cocina a prepararme el desayuno, cuando suena el timbre. Abro la puerta y veo a Hugo con unos pasteles de chocolate que parecen deliciosos.

    • Hola, guapo
    • Hola, te traigo el desayuno- Sonríe-.
    • Pasa- Entra en el piso y se sienta en el sofá- ¿Has desayunado ya?
    • No, vengo a desayunar contigo.
    • ¿Has madrugado mucho?
    • Si pero, a merecido la pena por estar un rato contigo antes del instituto.
    • ¿Quieres algo de beber?
    • Leche con cacao.- Traigo dos vasos con la bebida y me siento a su lado-.
    • ¿Jugamos a un juego?- Le digo a Hugo-.
    • ¿Qué juego?
    • Cada uno coge un pastel de nata y con los ojos cerrados tiene que meter el pastel en la boca del otro pero...
    • Pero...
    • Cada vez que alguno falle se tiene que quitar la prenda que le diga el otro.
    • ¿Quieres jugar conmigo al Stripnata?- Suelto una carcajada por la ocurrencia-.
    • Si te atreves, si.
    • Entonces, juguemos.
La parte responsable de mi mente me dice que es peligroso, que si este juego comienza quizá no pueda parar pero, por primera vez no quiero ser sensata, ni responsable quiero escuchar esa parte juguetona y divertida que me dice que será divertido y que tengo control. Empezamos a jugar, Hugo encesta el primer pastel en mi boca fácilmente y yo encesto el mío en la suya, luego pienso ¨Si sigo así corro el riesgo de tener que desnudarme¨, una idea acude a mi mente. Me quito la venda y veo a Hugo con el pastel en la mano y los ojos tapados, va hacia mi boca, giro la cabeza y me mancha de nata, corro a ponerme la venda de nuevo. Me la quito a la misma vez que Hugo.

    • Fallaste- Sonrío-.
    • Dime la prenda.
    • Camiseta.
Hugo me sonríe pícaro y yo le devuelvo la sonrisa del mismo modo mientras se desnuda y deja al descubierto su cuerpo musculoso. No sé si seré capaz de soportar verlo sin ropa, así que decido no seguir haciendo trampas para que así tengamos las mismas posibilidades. Seguimos jugando, los dos con ojos tapados, mientras me como un pastel de chocolate, noto que e fallado el tiro y eso significa, tener que desnudarme delante de Hugo, el pastel de chocolate ya no me parece tal dulce.

    • ¿Qué prenda?
    • Camiseta- Mientras me la quito, noto la mirada de Hugo en mi espalda, cuando me giro, él me mira como un lobo a punto de abalanzarse sobre su presa-.
    • ¿Seguimos?- Asiente-.
Volvemos a retomar el juego, seguimos fallando a Hugo solo le quedan sus boxer y a mí mi ropa interior. Después de quitarse los pantalones se sienta en el sofá y no puedo dejar su mirar su notable erección, al igual, que él no puede dejar de mirarme. Mi corazón está a punto de explotar, quiero saltar sobre él pero, no puedo. Cojo un pastel y para intentar calmarme empiezo a comer, la nata me mancha los dedos y los chupo, Hugo me mira con atención como si lo estuviera haciendo queriendo, un sudor frío me recorre la frente cuando Hugo, me sujeta la mano y la limpia con su boca, intenta provocarme, lo sé. Se inclina sobre mí y me besa sumiéndonos en una pasión sin freno, lo atraigo hacia mí provocando que se tumbe encima, en ese momento sólo una pregunta acude a mi mente: ¿Quiero parar?

domingo, 14 de julio de 2013

Capitulo XI.


Capitulo XI.

Una mañana cualquiera, en un lugar de la ciudad.

El beso continua y yo sigo en una nube, los besos de Ángel no me llenan ni la mitad de los que me llenan los de Hugo.

    • ¿Se lo vamos a decir a nuestros amigos?
    • No creo que sea buena idea creo que si lo hacemos pensaran que has dejado a Ángel porque le estabas poniendo los cuernos conmigo y por lo tanto, que eres una golfa.
    • Entiendo, tienes razón esperaremos un poco para hacerlo público.
Vuelve a besarme, cada vez que lo hace el corazón me da un vuelco, sé que él es mi árbol del bosque, sé que no estoy equivocada. Volvemos al patio, junto a mis amigas.

    • ¿Qué tal?¿Has encontrado a Ángel?
    • Sí y mejor que no lo hubiera echo- Miro a Hugo cómplice para que sea consciente de mi actuación-.
    • Pensé que deberías saberlo, no era justo...- Dice Inés cohibida-.
    • No, no lo era, gracias- Hugo me abraza y me da un beso en el pelo-.
    • ¿Alguien me puede decir que está pasando?- Les cuento toda la historia, incluido mi rodillazo-.
    • Te abras quedado a gusto, ¿no?- Me río y asiento-.
    • Pareces muy animada a pesar de todo.
    • Antes de enterarme de esto, la cosa entre Ángel y yo no iba muy bien... me lo veía venir.
Suena la campana y subimos a clase dónde sabía ya a lo que me iba a enfrentar. Estamos todos hablando, hasta que Ángel entra en clase con un ojo morado, el labio abierto que ya está curado y además anda de forma rara entonces, se hace el silencio.

    • Ángel, ¿Qué te a pasado? Te han puesto la cara como un pan- Le dice un amigo suyo-.
    • Vete a la mierda.
El Lapos entra para dar la clase, cada unos va a su sitio, el mío como no, al lado de Ángel. En la mitad de la clase él me pasa una nota.

Sé que me equivoque, no tengo perdón, te e echo daño, no tenía que haberte engañado pero, te quiero y tu también, me lo dijiste en múltiples ocasiones. Perdoname.

Ángel.

Leo la nota y le escribo yo una en el reverso de la suya.

Dudo si algún día me quisiste, es evidente que no porque no tienes corazón, ni alma. Si lo hubieras confesado por lo menos sé que algún día podría perdonarte pero, no así. No cuando te conviertes en un monstruo obsesionado, cambiaste y lo perdiste todo.

Laura.

Lee atentamente mi carta, aprieta los puños, sus ojos muestran enfado, se levanta y empieza a gritarme delante de todos.

    • ¿Cómo tienes coño de decirme que nunca te quise?
    • Teniéndolo, tú nunca me quisiste sólo me utilizaste.
    • ¿Encima? Si todo el mundo sabe que me los ponías con Hugo.
    • ¿Qué dices? Hugo es sólo un amigo, el infiel eres tú que encima te pille tirándote a Patricia.
    • Eres una puta y una zorra, todo el tiempo que estuve contigo fue una farsa- Hugo se levanta y lo empuja contra la pared-.
    • Como vuelvas a decirle algo a Laura te reviento- Le dice Hugo-.
    • Vamos Hugo, no merece la pena.
Cojo a Hugo del brazo y nos vamos fuera de clase sin rumbo fijo. Salimos a la calle, él se acerca a un flamante deportivo descapotable rojo con la tapicería en cuero blanco, por un momento pienso que va a robarlo pero, cuando saca las llaves, vuelvo a respirar tranquila, montamos en el coche y mientras Hugo conduce, vamos hablando.

    • ¿De donde has sacado este coche?- Digo alucinada, sus ojos azules se tornan tristes-.
    • Me lo dejaron mis padres en herencia cuando murieron.
    • ¿Quieres contarme que les pasó?
    • ¿De verdad quieres saberlo?- Asiento- Yo era muy pequeño cuando esto pasó pero, lo recuerdo como si fuera ayer, hubo un incendio en la cocina todo ardió pronto, gracias a las alarmas nos despertamos y los bomberos fueron avisados, instalaron una colchoneta bajo la única ventana que quedaba libre para poder saltar desde la casa, tenía miedo a saltar y el fuego estaba próximo, mis padres me empujaron y caí a salvo pero, un viga cayó antes de que saltaran dejándolos encerrados en aquella prisión- Una lágrima furtiva se derrama por su mejilla, se la retiro con una caricia-.
    • ¿Estás bien?
    • Si.
    • Espera un momento, ¿No hay que tener dieciocho años para sacarse el carné?
    • Tengo dieciocho años , es que e repetido dos veces cuarto.
    • Uii, que malote- Hugo suelta una carcajada y aparca-.
Bajamos del coche y miro a mi alrededor, un precioso bosque y un río de aguas cristalinas se extienden ante nosotros, la luz del Sol se filtra a través de las hojas de los árboles y en el río se pueden ver los peces nadando.

    • ¿Dónde estamos?
    • Cuando mis padres murieron y mi tío se hizo cargo de mí, me trajo a este lugar y me dijo: Hugo, sé que ahora crees que todo a acabado, que estás solo en el mundo pero, te equivocas. La vida es muy corta para no ser quién eres; enamorate, canta, baila, ríe, llora, sueña y vive intensamente antes de que baje el telón y la obra de tu vida acabe sin aplausos.
    • Es muy bonito...
    • Si pero, no hablemos de cosas tristes- Me agarra por la cintura- Con todas estas confesiones se nos a olvidado que estamos solos fuera del instituto por primera vez...
    • Me e fijado.
Pasamos el resto de la mañana y de la tarde allí, hasta que cae la noche, entre caricias y besos.

    • Luego, me mude a Portugal y...
    • Hablas demasiado ¿Sabes?- Le interrumpo y junto lentamente sus labios con los míos, Hugo me acerca más a él, me besa el cuello y le paro- Vamos a casa, es tarde...
    • Claro.
Vamos andando al coche, el resto del camino no decimos nada, cada uno sumido en sus pensamientos. ¨No quiero estropearlo con Hugo, cuando me acosté con Ángel, cambió, no pienso permitir que me ocurra lo mismo con Hugo, esta vez no¨ pienso de camino casa. Llegamos pronto a rellano de nuestros pisos.

    • Hasta mañana ¿no?
    • Si.
Le beso de nuevo, me meto en el piso, cojo mi móvil y le pongo los auriculares, me tiro en la cama y me pongo a escuchar musica durante un rato mientras pienso: ¨Otra noche sola pero, lo prefiero, no quiero estropearlo con Hugo¨ y con este pensamiento caigo presa del sueño.

Capitulo X.


Capitulo X.

Una mañana cualquiera, en un lugar de la ciudad.

Sigo mirando a Hugo mientras dibuja, es un dibujo muy realista pero, no consigo ver la cara de ese ángel que supuestamente es la chica que le a salvado, la que le gusta, cuando termina el dibujo, escribe al lado: Aprovecha Las Confusiones Que Se Producen En La Noche. Bonita frase para acabar un dibujo si lo piensas, Hugo me mira de reojo.

    • ¿Por qué me miras?
    • No te miro a ti.
    • Y entonces, ¿Qué miras?
    • Tu dibujo, es increíble.
    • Gracias- Sonríe-.
    • ¿Quién es ella?
    • Nadie, es sólo un dibujo.
    • ¿A quién quieres engañar?
    • Pues no te lo creas...
    • ¿Qué vas a hacer con el?
    • Supongo que dejarlo en el cuaderno. ¿Qué voy a hacer sino?
    • ¿Me lo regalas?
    • Claro, es tuyo.
Admiro su arte; el ángel está de espaldas y no puedo ver su rostro pero, estoy segura de que tiene que ser muy guapa para enamorar a Hugo. Ángel me mira a mí, mira el dibujo y aprieta los puños cosa que no entiendo porque es precioso.

    • ¿Qué te pasa?
    • Nada. ¿Por?
    • Porque como sigas apretando así los puños te voy a tener que llevar a urgencias- Sonríe-.
    • Mis padres están de viaje de negocios y estoy solo en casa.
    • Esta noche no.
    • ¿Por qué?
    • He quedado con las chicas...
    • Como quieras.
El tiempo durante la última semana desde que me acosté con Ángel a transcurrido rápido, todavía me queda otra semana antes de que vuelvan mi madre y Carlos, me llevo mucho mejor con Hugo, sigo saliendo con mis amigas al pub pero, la cosa con Ángel no va muy bien, desde que lo hicimos no piensa en otra cosa y yo dejo de darle negativas, lo cierto, es que siempre tengo una excusa para él pero, antes de que esto pasara era un chico amable, simpático, divertido, romántico... ahora sólo un pesado y obsesionado novio. Estamos en el recreo e Inés viene a buscarme.

    • Laura, ¿Has visto a Ángel? Tenemos que hacer un trabajo.
    • Creo que esta en clase, recogiendo unas cosas.
    • ¿Puedes ir a buscarle? Es que en cuanto entras en la biblioteca no te dejan salir hasta el que toque la campana...
    • Claro- Llega Hugo-.
    • Espera, te acompaño tengo que dejar mi chaqueta arriba.
    • Vamos.
Me despido de mis amigas, subo las escaleras, escucho ruidos en el aula pero, no le doy importancia y entro. Veo a Ángel sólo vestido con unos bóxers encima de una desnuda Patricia.

    • Ángel...- El comentario muere en mis labios-.
    • Laura esto no es lo que parece.
    • ¿Y qué estás haciendo? ¿Cantándole una copla o qué?
    • Laura te dije que algún día te hundiría- Me dice Patricia-.
    • Ya empezamos... ¿Tú que quieres otra ostia?
    • Además, toda la clase sabe que te pone Hugo y viceversa.- Dice Patricia como si fuera lo más normal-.
    • Pues mira, tienes razón.
Beso a Hugo, que se a quedado impactado pero, finalmente responde y pone sus manos en mi cintura.

    • Dejadlo ya, joder- Grita Ángel desde la puerta-.
Me empuja para separarme de Hugo y me tira al suelo provocando que choque mi cabeza contra la pared, Hugo coge a Ángel por el cuello de su camiseta y le da un puñetazo mientras lo empuja contra la pared. Me levanto y aparto a Hugo de Ángel que me mira agradecido.

    • Sabía que lo enten...
No le dejo acabar, un rodillazo mío en la entrepierna lo tira a suelo con expresión dolorida, miro a Hugo y le hago un gesto para que nos vallamos, él asiente y bajando las escaleras me para.
    • No tienes que dar siempre esa imagen de fortaleza.
    • ¿Qué imagen?
    • ¿Te cuento una historia?
    • Si es necesario...
    • Dos jóvenes enamorados despertaron la envidia de Zeus por ser más felices que él y como castigo los convirtió en árboles pero, Afrodita compadeciéndose de los amantes entrelazó sus ramas para que vivieran el resto de sus días abrazados.
    • ¿Cual es la moraleja?
    • Esta claro Laura, que todos algún día encontraremos nuestro árbol del bosque.
    • Los árboles más fuertes crecen solos...
    • Pero, tú no estás sola, tienes a tu familia, tus amigas y... me tienes a mí.
    • No como yo quiero tenerte- Pienso en voz alta-.
    • Laura tú me tienes de todas la formas posibles...
¨¿Eso es una declaración?¨ pienso.

    • Sí y nunca pensé que diría esto pero, me estoy declarando- Dice sabiendo mi pensamiento-.
Sonrío a Hugo y le beso, ese beso que le tenía que haber dado el primer día que lo vi, el primer día que me perdí en sus ojos. Estoy harta de ver películas de princesas pero, nunca antes me había sentido como una de ellas.

Capitulo IX.


Capitulo IX.

Una mañana cualquiera, en un lugar de la ciudad.

El despertador suena y me despierta, me giro, abro los ojos, me veo desnuda en los brazos de Ángel que tampoco lleva nada encima sólo estamos tapados por una fina sábana y me sobresalto entonces, imágenes de anoche vienen a mí, la pelea con Hugo y sus celos, el momento con Ángel... ahora lo recuerdo y me acurruco en sus brazos, en seguida recuerdo que tenemos que ir al instituto.

    • ¡Ángel! ¡Ángel! ¡Despierta!- Le digo moviéndole hasta que abre los ojos, parece desorientado-.
    • Hola, preciosa ¿Recuerdas lo de ayer? Porque espero que si- Su inseguridad me hace sonreír-.
    • Claro que lo recuerdo.
    • ¿Qué recuerdas?
    • Todo, cada caricia, cada aroma, cada imagen, cada sonido...- Sonreímos a la vez y le beso- ¡Espera! No tenemos tiempo para esto, no vamos a llegar al instituto.
    • ¡¿Cómo?!- Mira el reloj- Laura queda media hora para que cierren las puertas y no estamos ni vestidos.
    • Pues ya estamos tardando.
Empezamos a vestirnos corriendo, termino y voy al baño a peinarme mientras Ángel se pone los zapatos, bajamos corriendo las escaleras del piso y cuando voy a echar a correr hacia el instituto, Ángel me sujeta del brazo y me tiende un casco, le miro extrañada hasta que se sube en una preciosa moto negra, me pongo el casco, subo a la moto y me agarro de su cintura hasta que llegamos al destino. Entramos corriendo por la puerta de la clase y nos vamos con mis amigas.

    • Hola- Les digo sonriente-.
    • Hombre, mira donde esta nuestra boxeadora favorita- Dice Clara sonriente-.
    • ¿Qué hacéis los dos con gafas de sol?
    • No hemos dormido muy bien.
    • Es lo que tiene pasarse la noche subiendo y bajando escaleras- Dice Hugo molesto desde su mesa-.
    • ¿Qué quieres decir, Hugo?- Le dice Paula.
    • Que yo tampoco e podido dormir con los ruidos que venían del piso de Laura.
    • ¿Qué habéis estado haciendo en casa de Laura los dos solos?
    • Viendo películas.
    • ¿De qué género exactamente?- Todas se ríen sabiendo por donde van los tiros-.
    • Creo que deberíais quitaros las gafas de sol antes de que venga la profesora.
Ángel y yo nos miramos sabiendo que en cuanto nos quitemos las gafas, todos sabrán lo que hicimos en lugar de dormir pero, aún así decidimos quitárnoslas, cuando lo hacemos, mis amigas sonríen.

    • Con que viendo películas, ¿no?
    • Si, toda la noche- Dice Ángel sonriente-.
Le doy un pequeño codazo, me acoge entre sus brazos y me besa. En ese momento, entra la profesora en clase, nos sentamos y ella empieza a dar la clase. Miro a Hugo y le veo dibujando en su cuaderno un dibujo en blanco y negro de una chica, un precioso ángel salvando a un chico crucificado, el chico parece ser él, dibuja realmente bien, está concentrado, mi mente recuerda sus celos de ayer cuando vino a mi casa ¨Es tan mono cuando se pone celoso¨ me niego a mi misma haber pensado eso, una parte irracional de mí sólo quiere estar con Hugo pero, la otra parte sensata piensa ¨Tengo novio y le quiero, no quiero hacerle daño¨ sé que quiero a Ángel pero, si tanto lo quiero ¿Por qué sigo deseando a Hugo?

Capitulo VIII.


Capitulo VIII.

Una tarde cualquiera, en un lugar de la ciudad.

Cuando Ángel se separa de Patricia, ella me mira como diciendo: Ahora es mío. Yo no puedo obviar ese detalle pero, tampoco que Ángel no hizo nada para separarse ni para resistirse, así que les digo a todos que tiro yo esta vez y con un poco de suerte doy en el blanco, la botella gira y se detiene en el chico que esperaba: Hugo. Miro a Ángel y este me mira implorante para que no lo haga pero, miro a Hugo y no veo nada en sus ojos, sólo sorpresa.

    • Hugo, ¿Sigues ahí?
    • Sí, es que me e quedado un poco ido.
    • Bueno... venga, os a tocado.
    • Pero, ni siquiera nos llevamos bien...- Digo intentando que no se note mi plan-.
    • ¡Ahg! Por Dios...
Hugo se levanta, me coge de la mano, me pone en pie y me besa. Un beso dulce pero, apasionado, tierno pero, llevo de pasión, por un momento pienso que me esta queriendo decir algo con este beso pero, ese presentimiento se desvanece cuando se separa o mejor dicho lo separan de mí. Ángel le grita cosas a Hugo mientras este le responde.

    • No te vuelvas a acercar a mi novia.
    • ¿Por que no te vas con Patricia? Todos hemos visto todo lo que disfrutabas.
    • Eso Ángel, ven conmigo.- Dice Patricia que se acaba de meter en la pelea-.
    • Tú te vas a ir a tomar por culo, zorra- Acabo de reaccionar y por fin me quedo a gusto-.
    • ¿Me hablas a mí?
    • Sí, estoy harta de callarme eres una golfa que se tira todo lo que se mueve y estoy hasta el coño de ti.
    • No es culpa mía que tu novio me prefiera a mí.
    • Se acabó.
Voy hacia ella y le doy un bofetón que le deja la huella de mi mano en su perfecta cara, Hugo me coge de la cintura y me separa de ella mientras yo le grito que me deje en el suelo, Ángel hace lo mismo con una dolorida Patricia. Recuerdo el beso de mi novio y ella, me doy cuenta de que sigo en los brazos de Hugo, me fallan las fuerzas y me desmorono. Hugo me da la vuelta y me abraza bajo la atenta mirada de Ángel.

    • Llevame a casa- Le digo al oído a Hugo-.
    • Me llevo a Laura a casa.
    • Ni de coña, la llevo yo- Le dice Ángel molesto-.
    • No, me lleva Hugo.
Hugo me lleva a casa y me deja en la puerta.

    • Gracias.
    • De nada. Tienes un novio que es un capullo.
    • No te pases, es un idiota pero, es mi idiota.
    • No me extraña que cuando accediste a salir con él estuvieras pedo.
    • Tampoco te pases...
    • Hay que ser tonta para salir con él.
    • ¿Me estás llamando tonta?
    • Ahora que lo dices...
    • Vete a la mierda.
    • ¿Tanto quieres que me pege a ti, bonita?
Le cierro la puerta en las narices a Hugo, me voy a mi habitación y me duermo en la cama. Sobre las doce de la noche suena el timbre, voy a abrir y veo en mi rellano a Ángel con un ramo de rosas blancas y rojas y una caja de mis bombones favoritos.

    • ¿Qué quieres?

    • Que me perdones.
    • No, adiós.- Intento cerrar la puerta pero, pone el pie y la abre-.
    • Laura sabes que eres la única a la que deseo, Patricia sólo es la típica niña pija a la que le gusto porque sabe que estoy enamorado de ti y con tal de hacerte daño es capaz de cualquier cosa.- Su mirada de cachorrito me desarma y sonrío-.
    • Pasa, vamos a comernos el chocolate que has traído.
Entra en casa y se sienta en el sofá.

    • ¿Quieres algo de beber?
    • Lo mismo que tú.
Traigo dos vasos con hielo y una botella de Ron miel y me siento junto a Ángel. Empezamos a comer y a beber y cuando vamos por la mitad de la caja y todavía más de la botella, me besa inocentemente , yo le respondo sedienta de sus besos y le empujo hacia atrás quedando yo encima de él, mientras que me quita la camiseta seguimos besándonos, sus besos se dirigen a mi cuello, son tiernos y apasionados, paramos en lo que yo le quito la camiseta, mis besos bajan desde su boca hasta su musculado pecho, su pantalón desaparece, al igual que mis shorts, Ángel pasa uno de los bombones ya derretidos por mi cuerpo y luego lo lame estremeciéndome y haciéndome gemir, me coge en brazos y me lleva hasta mi cama, allí seguimos esta locura (es la primera vez para ambos), Ángel me quita el sujetador y el resto de mi ropa interior, yo deslizo sus boxers hasta donde me llegan las manos y le paro, me mira desconcertado y jadeante cuando busco en un cajón de mi mesilla, aunque lo comprende todo al ver un preservativo en mi mano porque no puedo obviar las consecuencias que nos podría traer una imprudencia, se lo pongo y continuamos, me coge por la cintura y me sienta encima suya y finalmente hace lo que llevo deseando durante los dos últimos meses, haciendo que seamos uno al fin, seguimos besándonos, cuando empezamos a gemir el timbre suena.

    • No abras.
    • Ni loca- Insisten hasta que me harto- Espera aquí un momento, en lo que le parto la cara al que llama- Le digo jadeante-.
Me envuelvo en una manta que me cubre entera, abro la puerta y veo a un enfadado Hugo en el rellano.

    • ¿Qué quieres ahora?
    • Que dejes de fingir que estás con alguien para ponerme celoso porque estoy estudiando para el examen de recuperación de mañana y además no funciona, los dos sabemos que llegaste y que sigues sola.
    • ¿Qué dices? No estoy intentando ponerte celoso y deja de cortarme el rollo.
    • Dejalo ya, que no funciona.
    • Laura, ven a la cama- Chilla Ángel desde la habitación-.

    • Voy. Adiós, Hugo- Le cierro la puerta en las narices-.
Vuelvo a a cama y termino lo que empecé con Ángel.

Capitulo VII.


Capitulo VII.

Una noche cualquiera, en un lugar de la ciudad.

6 MESES DESPUÉS.

Desde que se fue Hugo todo se calmó, yo sigo con Ángel y nuestra relación se a afianzado, la relación con mis amigas sigue genial, ellas adoran a Ángel y sobre todo e olvidado a Hugo, ya no hay ni atracción, ni deseo, ni celos... solo paz pero, no sé que pasará cuando lo vea hoy. Si no lo hubiera conocido en el pub..., si no se hubiera mudado a la casa de al lado... aunque le doy las gracias porque gracias a él, ahora salgo con Ángel. La relación entre Carlos y mi madre paso de ser amistad a lo que es ahora, amor, son felices juntos aunque eso ya lo veía llegar yo, porque las miradas que hay entre los dos nunca han sido sólo de amistad. Mi madre me a obligado a venir junto con ella y Carlos a recoger a Hugo y aquí estoy en aeropuerto esperando al chico que un día odie y que ahora ya e perdonado puesto que ya no lo deseo, no tengo nada contra él. Hay llega, con dos maletas cargadas al hombro, Carlos va a abrazarle y mi madre le da dos besos, yo me quedo mirándole sin saber muy bien como saludarle así que finalmente sólo le digo una simple palabra.

      • Hola- Le digo sonriente-.
      • Hola.
      • Chicos, ahora que estamos todos aquí, Carlos y yo queremos deciros que nos vamos mañana de viaje durante dos semanas a Bora Bora y que vais a estar los dos solos.
      • ¡¿Dos semanas?! ¡¿Solos!?
      • Si y si pero, cada unos en su casa.
      • ¡Ah! Que susto...- Mi madre y Carlos se ríen ante mi salida-.

Dejamos las maletas de Hugo en el coche de su tío y nos vamos todos a cenar, cuando terminamos cada uno se va a su casa y yo voy a mi habitación a dormir porque mañana hay instituto.

Una mañana cualquiera, en un lugar de la ciudad.

Me levanto, me visto y bajo a desayunar. Mi madre ya está desayunando en la mesa.

    • Hola cielo.
    • Hola. ¿Tienes las maletas echas ya?
    • Si, no quiero en mi ausencia ni fiestas, ni chicos ni nada por el estilo ¿Vale?
    • Vale, no te preocupes, me voy que no llego al instituto.
Cojo una tostada para el camino y me voy a clase, entro y me siento en mi mesa, hace unos meses Ángel vino a mi clase y cogió el sitio que esta a mi lado, le beso y saludo a mis amigas. La primera clase empieza pero, como siempre desde que llegó Ángel no le echo cuenta al profesor, nos pasamos la hora hablando. Cuando la hora termina, Ángel empieza a beber agua, menos mal porque llevaba tosiendo toda la hora, mientras tanto nuestra tutora entra en clase y nos presenta a un nuevo alumno.

    • Chicos prestadme atención por favor, quiero presentaros a un nuevo alumno este es Hugo- Ángel al escuchar el nombre de el nuevo casi se ahoga bebiendo-.
    • No me jodas...- La frase de Ángel rompe el silencio de la clase y los alumnos se ríen, todos menos Ángel, Hugo y yo-.
    • Hugo puedes sentarte al lado de Laura- El sitio del que habla la profesora se quedó libre cuando se mudó una amiga mía a otra ciudad-.
Hugo se sienta a mi lado y Ángel y yo nos miramos como compartiendo un pensamiento a mí no me importa que Hugo se siente a mi lado antes lo hubiera echo pero, su presencia ya no me afecta aunque por el contrario a mi novio parece importarle bastante pues cuando Hugo se acerca me besa como diciendo ¨Como te acerques a ella te capo¨ yo le sigo el beso y dejo que me eche el brazo por encima cuando este acaba. El resto de la mañana transcurre tranquila y cuando las clases acaban me despido de todos y vuelvo a casa con Hugo aún sabiendo que Ángel no le hace gracia, llegamos a casa, nos despedimos y cada uno entra en su piso. Llega la tarde y me despido en el aeropuerto de mi madre y él de su tío, veo como se embarcan en el avión y sé que soy libre durante dos semanas.

Una tarde cualquiera, en un lugar de la ciudad.

Durante el recreo la clase planeamos ir a dar una vuelta por la ciudad e ir a cenar después. Nos hemos hartado de andar y decidimos ir a una pizzería, comprar la comida y comernosla en el parque. Somos 30 personas, 15 chicos y 15 chicas, estamos con las pizzas en una mesa de madera que hay en el césped, todos conversamos alegremente hasta que una chica propone que juguemos a la botella, todos aceptan aunque yo no estoy muy segura pero, finamente jugamos todos. Nos ponemos en círculo e Inés tira la primera y le toca besarse con Pablo y todos emitimos el típico sonido de : Uuuuuuuhhhhhhhh... Le toca tirar a Patricia, ese chica me odia desde cuarto de primaria y no sé por qué aunque nunca le e dado importancia, hasta que le toca con Ángel y se le tira al cuello literalmente, tira a Ángel en el césped boca arriba y ella se tumba encima besándolo, la miro con asco y me pregunto ¨¿Qué hago, me tiro encima de ella o me vengo de él delante de todos?¨ sonrío divertida ante mi decisión frente a esta pregunta.

Capitulo VI.


Capitulo VI.

Una mañana cualquiera, en un lugar de la ciudad.

Mi cara es un poema, estoy completamente seria ¨¿Qué hace aquí?¨ Si no llega a ser por su cara pensaría que lo a echo para molestarme. ¨Cómo le odio ¿Por qué lo deseo tanto? Es frustrante...¨ Imágenes de anoche acuden a mi mente, el beso con la rubia, nuestra discusión, el beso con Ángel...

    • Laura cielo, ¿Estás bien?- Mi madre me habla preocupada, asiento- Estos son Carlos y su sobrino Hugo.
    • He tenido ya la mala suerte de conocer a Hugo antes. ¿Qué tal con la rubia?
    • Bien ¿Y tu chico?
    • Estupendamente.
La tensión se puede cortar con un cuchillo, estoy a punto de chillarle un par de cosas a Hugo pero, no lo hago. Está perfecto con el pelo planchado y a un lado, sus ojos azules brillan con intensidad por la discusión y los músculos de su torso se marcan a través de su camiseta. Y pensar que hace un par de días estuve a punto de besarle... mi teléfono suena rompiendo el silencio de la habitación, es Ángel le di mi número antes de que se fuera ayer, me voy a baño y hablo con él.

    • Hola guapa.
    • Hola- Mi voz es seria y Ángel lo nota-.
    • ¿Qué te pasa?
    • No te puedes ni imaginar quién es mi nuevo vecino.
    • No me jodas que es...
    • Hugo.
    • Madre mía y... ¿Qué vas a hacer?
    • No lo sé, ven a buscarme por favor, estoy en mi casa.
    • Voy para allá.

Y cuelgo, salgo del baño y me siento en una silla frente a Hugo, no sé que decir.

    • Quién era?- Mi madre siempre a sido muy curiosa y más con mi vida privada-.
    • Ángel.
    • Y ese Ángel es...
    • Su novio- Dice Hugo con rostro serio-.
    • Bueno, novio... eso tampoco, nuestra relación es... es... una cosa rara.
    • No lo parecía ayer en el pub.
    • ¿Te pasa algo con Ángel o conmigo?
    • Pues mira, si.
    • Adelante, explicame que coño te pasa.
    • Que no te soporto.
    • Eres insufrible.
El timbre suena, voy a la puerta y veo a Ángel tras ella. Esta guapisimo, tiene el pelo negro revuelto, con esa habilidad que nadie más tiene para que le quede perfecto, sus ojos verdes están encendidos, lleva unos vaqueros azules y una camiseta básica verde que muestra su desarrollado torso. Entra y me espera en el umbral de la puerta mientras, yo voy a coger una chaqueta. Cuando vuelvo, veo a Ángel y Hugo mirándose fijamente, desafiantes. ¨¿Qué está pasando?¨ Me despido de mi madre y de Carlos, cojo a Ángel de la mano y salimos por la puerta. El resto de la tarde transcurre tranquila, vamos al cine, vemos una película de acción y me lleva a mi casa después de dar un paseo por el parque. Llegamos a la puerta y se despide de mi con un beso, me abraza y se va.

Una mañana cualquiera, en un lugar de la ciudad.

Me levanto a desayunar y mi madre ya esta haciéndolo.

    • Laura, no te llevas muy bien con Hugo ¿no?
    • No, es un completo imbécil.
    • ¿Sabes que hoy lo llevaran a un campamento de idiomas?
    • Y... ¿Cuánto me durará la paz?
    • 6 meses.
El desayuno termina rápido y paso el resto de la tarde escuchando música, el avión de Hugo ya a despegado y con el mis dudas, sólo puedo pensar en una cosa, ¿Qué pasara cuando vuelva a verle?

Capitulo V.


Capitulo V.

Una noche cualquiera, en un lugar de la ciudad.

El beso le deja descolocado o eso creo porque no responde, empiezo a separarme de él pero, finalmente me atrae hacia él y junta sus labios con los míos. Le respondo, nuestros besos son apasionados y desesperados, no queremos que acabe eso es evidente, me agarro a su cuello y entre lazo mis dedos en su oscura melena, él pone sus manos en mi cintura y me sienta sobre su regazo. No quiero parar pero, lo hago, debo hacerlo, si quiero (que no está claro) empezar algo con Ángel prefiero decidirlo cuando no lleve encima una copa de cada botella del bar.

    • Tenemos que parar.
    • ¿Por qué?
    • Porque llevamos una copa de más o mejor dicho cuatro copas y además no es sensato.
    • Laura no puedes negar que el alcohol a sacado a la luz tus deseos y te a soltado el pelo.
    • Puede que tengas razón...
    • Sabes que la tengo pero, aún así de pedo me gustaría intentarlo contigo, descubramos a donde nos lleva esta atracción, no perdemos nada por intentarlo.
    • No sé...
Y sin más me besa, esta vez es un beso dulce, cargado de ternura, yo le respondo de la misma forma, sin prisas, dejándonos llevar por el momento en lugar de el alcohol como anteriormente, este beso me a aclarado un poco. El beso termina y con él nuestro tiempo juntos hoy, puesto a que Ángel tiene que irse, se despide de mí con un beso y se va. Me acerco a la barra y pido una Coca-Cola, durante la espera cometo el error de mirar a la derecha, Hugo esta besándose con aquella zorra... ¡Es repugnante! Lo que más me molesta es que a pesar del tiempo y de los besos con Ángel sigo deseando a Hugo pero, él es evidente que está un poco liado. Por fin, Hugo se separa de la rubia y ella se va, no puedo evitar pensar que es un alivio. Hugo se gira y me ve mirándole, yo inconscientemente me sonrojo y miro mi refresco. ¨Esto me supera, vamos a hacerlo rápido¨ pienso, me acerco a él y me sonríe aunque no es alegría lo que veo en sus ojos.

    • Hola, Hugo.
    • Hola.
    • ¿Que tal?
    • Bien y ¿tú?
    • Bien.
    • No, si se nota.- Su cara se vuelve seria y su voz muestra un tono enfadado y ¿Celoso?
    • ¿Qué te pasa?
    • Nada, que se te veía muy contenta en los brazos de ese.
    • ¿Perdona?¿Hablamos de tu rubia?
    • No compares, si ese te a metido la lengua hasta el esófago.
    • Tú no parecías disgustado cuando esa se tiro a tu cuello, si sólo le faltaba hacértelo encima de la barra por Dios...
    • Si, pero ella no se a subido a mi regazo como diciendo: Hola, hazmelo aquí mismo.
    • Espera, ¿Estás celoso?
    • ¡¿Yo?! Para nada.
    • Pues bien.
    • Pues vale.
    • Pues eso.
Y sin más cojo mi bebida y me voy un poco aturdida por el alcohol a la mesa de mis amigas (menos mal que mañana es Sábado). Salimos de allí pues ya era bastante tarde, llego a mi casa, me cambio y caigo en la cama con la sensación de que mañana voy a tener una gran resaca.

Una mañana cualquiera, en un lugar de la ciudad.

Me levanto con un dolor de cabeza infernal sobre la 12:30, me e puesto unos vaqueros cortos, un top y unas gafas de sol y así bajo a desayunar. Mi madre me mira extrañada pero, enseguida lo comprende.

    • ¿Qué bebiste anoche?
    • Coca-Cola.
    • Y por eso vas con unas gafas de sol por la casa ¿no?
    • Mamá, me acabo de levantar y me molesta la claridad, ya esta.
    • Dentro de una hora vendrán los nuevos vecinos a presentarse, e oído que son un chico de tu edad más o menos y su tío.
    • Y a mi eso me importa porque...
    • Porque vas a estar aquí y a presentarte cuando ellos vengan.
    • Pero mama...
    • Ni peros, ni peras.- Asiento de mala gana-.
Me voy a mi cuarto, me tumbo en mi cama escuchando música y me quedo dormida. Escucho el timbre y me despierto, voy al baño, me peino y como no, voy a recibir a los nuevos vecinos, la sorpresa me la llevo cuando llego al salón y me encuentro en mi sofá a un hombre de la edad de mi madre, alto, moreno y con los ojos azules y por supuesto y esto es lo peor, a su lado se encuentra Hugo mirándome con la cara descompuesta.

Capitulo IV.


Capitulo IV.

Una noche cualquiera, en un lugar de la ciudad.

¨¿Quién coño es esa?¨pienso. Es una chica alta, rubia, guapa y con un cuerpo espectacular, como odio a ese chico ¿Por qué? Por desearlo tanto, porque ahora mismo esta con una chica a escasos centímetros, no puedo pensar en otra cosa, esa chica esta pegándose y acariciando el pecho del chico que apenas un día antes yo estuve a punto de besar y lo que más me molesta es que una parte de mí quiere gritar ¡Es mío! ¨¡La odio!¨ Voy a la barra mientras mis amigas van a la mesa de siempre.

        • ¿Qué queréis tomar?- Me pregunta Mario (el camarero) nos hicimos amigos el primer día que vine al pub - ¿Estás bien?
        • Tres Fantas y un Ron con Coca-Cola y si, estoy perfectamente.
        • Laura tú solo bebes cuando te pasa algo.
        • ¿Por qué asumes que es para mí?
        • Por tu tono de voz y tu cara se ve que necesitas una copa y yo te la voy a dar. ¿Necesitas consejo? Soy más barato que un psicólogo.
        • Gracias pero, no quiero hablar del tema.
        • Otra cosa, te voy a estar vigilando- Yo sonrío y el se ríe.-
Me giro y veo al final de la barra a Ángel, no tiene buena cara y no hace más que mirar su copa con la mirada perdida. ¨Pobrecillo, quizás me pasé un poco diciéndole aquello pero, el morreo que me dio delante de Hugo me puso de los nervios¨ A pesar de todo, me acerco a él, es un buen chico.
        • No es bueno ahogar las penas en alcohol- Cuando lo digo pienso en que yo no soy la más indicada para dar consejos.-
        • ¿Y a ti qué?
        • ¿Qué te pasa?
        • ¿Por qué tuve que encontrarme contigo?
        • Lo siento, no tenia que haberte dicho esas cosas lo reconozco.
        • Vale, te perdono ¿Contenta?
        • ¿Que bebes?
        • Whisky pero, está asqueroso- Me río ante su salida y el sonríe, a mí tampoco me gusta prefiero las bebidas más dulces- es demasiado fuerte.
        • ¿Prefieres algo más dulce?
        • Sinceramente, si - Y muestra su preciosa sonrisa de nuevo.-
        • Laura- Me giro y veo a Mario llamándome para avisarme de que las bebidas están listas.-
        • Espera aquí, voy a llevar sus bebidas a mis amigas, no te muevas ¿eh?
Me voy y cojo mis bebidas, le doy las gracias a Mario y este me sonríe, me dirijo a la mesa, les dejo las bebidas a mis amigas y les digo que voy a hablar con Ángel, ellas se extrañan por mi acción pero, finalmente asienten. Llego donde esta Ángel y empezamos a hablar.

        • ¿Qué bebes?- Me dice sonriente.-
        • Ron con Coca-Cola, tú sigues sin beber por lo que creo que no saber que pedir ¿Verdad?
        • Sí, no acostumbro a beber alcohol y no se me da muy bien elegir bebidas de este tipo.
        • Espera- Llamo a Mario y este viene- Por favor, trae a mi amigo un chupito de Vodka con caramelo, nata montada y canela molida- Mario asiente y se marcha, al poco le traen la bebida y parece que le gusta, aunque eso ya lo sabia dado a que es una bebida con mucha azúcar.-
Seguimos hablando, tras varios temas y rondas después...

        • ¿Crees en el amor verdadero?- La pregunta me pilla desprevenida y mi rostro lo refleja.-
        • No, no creo en cosas que no puedo ver y además, nunca lo e experimentado así que...
        • Laura, ese chico no te quita ojo- Me giro y veo a Hugo (o al menos eso creo porque el alcohol a empezado a nublarme la vista) mirándome de reojo pero, yo no puedo obviar el detalle de que sigue pegado a la rubia.-
        • Se te olvida el pequeño detalle de que está sonriendo y abrazando a esa rubia- El recuerdo de Hugo hace que me hierva la sangre, Ángel lo nota y me abraza. Cuando nos separamos nuestros ojos se encuentran, esos preciosos e intrigantes ojos verdes.- ¿Estás bien?- Niego con la cabeza y de repente, sin saber por que, mis labios buscan los suyos y finalmente los alcanzan.

Capitulo III.


Capitulo III.

Una noche cualquiera, en un lugar de la ciudad.

    • Hola, ¿Que tal?- Le dice a su interlocutor y de repente, mientras escucha, su rostro se vuelve diferente, muestra signos de preocupación y cuelga, se gira y me dice – Lo siento, tengo irme.
Y sin decir nada más, coge la puerta y se va, dejándome en el suelo muy intrigada por no saber que me acaba de pasar exactamente. Yo, que siempre e controlado la situación y lo que siento, yo que considero a los chicos como Clinex de usar y tirar, ahora estoy sentada en el suelo de un pub con la boca entreabierta y los ojos como platos. Sin esperar más me levanto y miro a mi alrededor. Todos contemplan la escena que yo protagonizaba, avergonzada vuelvo a la mesa donde están mis amigas que me miran como preguntando ¿Quién es ese? Aunque no sé por que ya que están acostumbradas a verme cada día con un chico diferente, cuando me siento veo mi reflejo en el cenicero ¡Estoy completamente roja! Ahora lo comprendo todo... Se lo explico todo pero, ellas no me creen aunque lo comprendo porque si yo hubiese escuchado esta historia en boca de otra persona pensaría que le había dado una sobredosis de películas románticas y se a quedado dormida con un sueño de este género pero, para mi desgracia ese sueño lo estoy viviendo yo y enamorarme es algo que ni quiero ni me puedo permitir. Cuando acabamos nuestras consumiciones cada una se va a su casa, llego en 5 minutos a la mía y voy derecha a mi habitación, me quito los tacones, me pongo el pijama y caigo rendida en la cama.

Una mañana cualquiera, en un lugar de la ciudad.

Un ruido atronador me despierta de mi sueño profundo, maldito despertador. Me levanto, me visto, desayuno y voy al instituto después de pasar a recoger a Clara, Marta y Paula. Llegamos a la puerta, todavía sigue cerrada. Las Crazy me miran de forma extraña.

                - Preguntad, sé que lo estáis deseando.
                - ¿Dónde lo conociste?
                - ¿Cómo se llama?
                - ¿Cuántos años tiene?
                - De una en una por favor – No sabía como responder dado a que a penas conocía algo de él - Lo conocí ayer, en el pub y lo único que sé de él es que se llama Hugo.
                - Y.... Laura ¿Te vas a pasar las clases dibujando en la mesa su nombre o vas a actuar como haces siempre?
Las demás se ríen pero, yo no. No sé que me paso, cuando me miró mi corazón latía desbocado y mi cuerpo no me respondía, es decir, no podía controlarme, fui presa de sus ojos azules por un instante, me dejé llevar por la pasión y el deseo y al final lo acabe confundiendo con amor o eso espero. Esto es una pesadilla, no este encuentro en sí sino mis pensamientos, voy a explotar en cualquier momento.

     - ¡¡¡¡Laura vuelve en ti!!!! - Todas mis amigas me miran preocupadas
       -¿Estás hay?.

     - Sí, estaba pensando en otra cosa – Las puertas se abren y todas 

       entramos.

Pasamos dentro de clase y nos sentamos en la última fila, todas juntas como siempre. Las clases empiezan y con ellas el aburrimiento cuando termina la mañana todos volvemos a casa. La tarde comienza y el tiempo avanza y con él, el deseo de ir de nuevo al pub aumentan. Cuando llego veo a Hugo en la barra con una Coca – Cola y hablando con una preciosa rubia. No puedo negarlo esto que siento ahora mismo son celos ¡Mierda!