domingo, 14 de julio de 2013

Capitulo XI.


Capitulo XI.

Una mañana cualquiera, en un lugar de la ciudad.

El beso continua y yo sigo en una nube, los besos de Ángel no me llenan ni la mitad de los que me llenan los de Hugo.

    • ¿Se lo vamos a decir a nuestros amigos?
    • No creo que sea buena idea creo que si lo hacemos pensaran que has dejado a Ángel porque le estabas poniendo los cuernos conmigo y por lo tanto, que eres una golfa.
    • Entiendo, tienes razón esperaremos un poco para hacerlo público.
Vuelve a besarme, cada vez que lo hace el corazón me da un vuelco, sé que él es mi árbol del bosque, sé que no estoy equivocada. Volvemos al patio, junto a mis amigas.

    • ¿Qué tal?¿Has encontrado a Ángel?
    • Sí y mejor que no lo hubiera echo- Miro a Hugo cómplice para que sea consciente de mi actuación-.
    • Pensé que deberías saberlo, no era justo...- Dice Inés cohibida-.
    • No, no lo era, gracias- Hugo me abraza y me da un beso en el pelo-.
    • ¿Alguien me puede decir que está pasando?- Les cuento toda la historia, incluido mi rodillazo-.
    • Te abras quedado a gusto, ¿no?- Me río y asiento-.
    • Pareces muy animada a pesar de todo.
    • Antes de enterarme de esto, la cosa entre Ángel y yo no iba muy bien... me lo veía venir.
Suena la campana y subimos a clase dónde sabía ya a lo que me iba a enfrentar. Estamos todos hablando, hasta que Ángel entra en clase con un ojo morado, el labio abierto que ya está curado y además anda de forma rara entonces, se hace el silencio.

    • Ángel, ¿Qué te a pasado? Te han puesto la cara como un pan- Le dice un amigo suyo-.
    • Vete a la mierda.
El Lapos entra para dar la clase, cada unos va a su sitio, el mío como no, al lado de Ángel. En la mitad de la clase él me pasa una nota.

Sé que me equivoque, no tengo perdón, te e echo daño, no tenía que haberte engañado pero, te quiero y tu también, me lo dijiste en múltiples ocasiones. Perdoname.

Ángel.

Leo la nota y le escribo yo una en el reverso de la suya.

Dudo si algún día me quisiste, es evidente que no porque no tienes corazón, ni alma. Si lo hubieras confesado por lo menos sé que algún día podría perdonarte pero, no así. No cuando te conviertes en un monstruo obsesionado, cambiaste y lo perdiste todo.

Laura.

Lee atentamente mi carta, aprieta los puños, sus ojos muestran enfado, se levanta y empieza a gritarme delante de todos.

    • ¿Cómo tienes coño de decirme que nunca te quise?
    • Teniéndolo, tú nunca me quisiste sólo me utilizaste.
    • ¿Encima? Si todo el mundo sabe que me los ponías con Hugo.
    • ¿Qué dices? Hugo es sólo un amigo, el infiel eres tú que encima te pille tirándote a Patricia.
    • Eres una puta y una zorra, todo el tiempo que estuve contigo fue una farsa- Hugo se levanta y lo empuja contra la pared-.
    • Como vuelvas a decirle algo a Laura te reviento- Le dice Hugo-.
    • Vamos Hugo, no merece la pena.
Cojo a Hugo del brazo y nos vamos fuera de clase sin rumbo fijo. Salimos a la calle, él se acerca a un flamante deportivo descapotable rojo con la tapicería en cuero blanco, por un momento pienso que va a robarlo pero, cuando saca las llaves, vuelvo a respirar tranquila, montamos en el coche y mientras Hugo conduce, vamos hablando.

    • ¿De donde has sacado este coche?- Digo alucinada, sus ojos azules se tornan tristes-.
    • Me lo dejaron mis padres en herencia cuando murieron.
    • ¿Quieres contarme que les pasó?
    • ¿De verdad quieres saberlo?- Asiento- Yo era muy pequeño cuando esto pasó pero, lo recuerdo como si fuera ayer, hubo un incendio en la cocina todo ardió pronto, gracias a las alarmas nos despertamos y los bomberos fueron avisados, instalaron una colchoneta bajo la única ventana que quedaba libre para poder saltar desde la casa, tenía miedo a saltar y el fuego estaba próximo, mis padres me empujaron y caí a salvo pero, un viga cayó antes de que saltaran dejándolos encerrados en aquella prisión- Una lágrima furtiva se derrama por su mejilla, se la retiro con una caricia-.
    • ¿Estás bien?
    • Si.
    • Espera un momento, ¿No hay que tener dieciocho años para sacarse el carné?
    • Tengo dieciocho años , es que e repetido dos veces cuarto.
    • Uii, que malote- Hugo suelta una carcajada y aparca-.
Bajamos del coche y miro a mi alrededor, un precioso bosque y un río de aguas cristalinas se extienden ante nosotros, la luz del Sol se filtra a través de las hojas de los árboles y en el río se pueden ver los peces nadando.

    • ¿Dónde estamos?
    • Cuando mis padres murieron y mi tío se hizo cargo de mí, me trajo a este lugar y me dijo: Hugo, sé que ahora crees que todo a acabado, que estás solo en el mundo pero, te equivocas. La vida es muy corta para no ser quién eres; enamorate, canta, baila, ríe, llora, sueña y vive intensamente antes de que baje el telón y la obra de tu vida acabe sin aplausos.
    • Es muy bonito...
    • Si pero, no hablemos de cosas tristes- Me agarra por la cintura- Con todas estas confesiones se nos a olvidado que estamos solos fuera del instituto por primera vez...
    • Me e fijado.
Pasamos el resto de la mañana y de la tarde allí, hasta que cae la noche, entre caricias y besos.

    • Luego, me mude a Portugal y...
    • Hablas demasiado ¿Sabes?- Le interrumpo y junto lentamente sus labios con los míos, Hugo me acerca más a él, me besa el cuello y le paro- Vamos a casa, es tarde...
    • Claro.
Vamos andando al coche, el resto del camino no decimos nada, cada uno sumido en sus pensamientos. ¨No quiero estropearlo con Hugo, cuando me acosté con Ángel, cambió, no pienso permitir que me ocurra lo mismo con Hugo, esta vez no¨ pienso de camino casa. Llegamos pronto a rellano de nuestros pisos.

    • Hasta mañana ¿no?
    • Si.
Le beso de nuevo, me meto en el piso, cojo mi móvil y le pongo los auriculares, me tiro en la cama y me pongo a escuchar musica durante un rato mientras pienso: ¨Otra noche sola pero, lo prefiero, no quiero estropearlo con Hugo¨ y con este pensamiento caigo presa del sueño.

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