domingo, 14 de julio de 2013

Capitulo VIII.


Capitulo VIII.

Una tarde cualquiera, en un lugar de la ciudad.

Cuando Ángel se separa de Patricia, ella me mira como diciendo: Ahora es mío. Yo no puedo obviar ese detalle pero, tampoco que Ángel no hizo nada para separarse ni para resistirse, así que les digo a todos que tiro yo esta vez y con un poco de suerte doy en el blanco, la botella gira y se detiene en el chico que esperaba: Hugo. Miro a Ángel y este me mira implorante para que no lo haga pero, miro a Hugo y no veo nada en sus ojos, sólo sorpresa.

    • Hugo, ¿Sigues ahí?
    • Sí, es que me e quedado un poco ido.
    • Bueno... venga, os a tocado.
    • Pero, ni siquiera nos llevamos bien...- Digo intentando que no se note mi plan-.
    • ¡Ahg! Por Dios...
Hugo se levanta, me coge de la mano, me pone en pie y me besa. Un beso dulce pero, apasionado, tierno pero, llevo de pasión, por un momento pienso que me esta queriendo decir algo con este beso pero, ese presentimiento se desvanece cuando se separa o mejor dicho lo separan de mí. Ángel le grita cosas a Hugo mientras este le responde.

    • No te vuelvas a acercar a mi novia.
    • ¿Por que no te vas con Patricia? Todos hemos visto todo lo que disfrutabas.
    • Eso Ángel, ven conmigo.- Dice Patricia que se acaba de meter en la pelea-.
    • Tú te vas a ir a tomar por culo, zorra- Acabo de reaccionar y por fin me quedo a gusto-.
    • ¿Me hablas a mí?
    • Sí, estoy harta de callarme eres una golfa que se tira todo lo que se mueve y estoy hasta el coño de ti.
    • No es culpa mía que tu novio me prefiera a mí.
    • Se acabó.
Voy hacia ella y le doy un bofetón que le deja la huella de mi mano en su perfecta cara, Hugo me coge de la cintura y me separa de ella mientras yo le grito que me deje en el suelo, Ángel hace lo mismo con una dolorida Patricia. Recuerdo el beso de mi novio y ella, me doy cuenta de que sigo en los brazos de Hugo, me fallan las fuerzas y me desmorono. Hugo me da la vuelta y me abraza bajo la atenta mirada de Ángel.

    • Llevame a casa- Le digo al oído a Hugo-.
    • Me llevo a Laura a casa.
    • Ni de coña, la llevo yo- Le dice Ángel molesto-.
    • No, me lleva Hugo.
Hugo me lleva a casa y me deja en la puerta.

    • Gracias.
    • De nada. Tienes un novio que es un capullo.
    • No te pases, es un idiota pero, es mi idiota.
    • No me extraña que cuando accediste a salir con él estuvieras pedo.
    • Tampoco te pases...
    • Hay que ser tonta para salir con él.
    • ¿Me estás llamando tonta?
    • Ahora que lo dices...
    • Vete a la mierda.
    • ¿Tanto quieres que me pege a ti, bonita?
Le cierro la puerta en las narices a Hugo, me voy a mi habitación y me duermo en la cama. Sobre las doce de la noche suena el timbre, voy a abrir y veo en mi rellano a Ángel con un ramo de rosas blancas y rojas y una caja de mis bombones favoritos.

    • ¿Qué quieres?

    • Que me perdones.
    • No, adiós.- Intento cerrar la puerta pero, pone el pie y la abre-.
    • Laura sabes que eres la única a la que deseo, Patricia sólo es la típica niña pija a la que le gusto porque sabe que estoy enamorado de ti y con tal de hacerte daño es capaz de cualquier cosa.- Su mirada de cachorrito me desarma y sonrío-.
    • Pasa, vamos a comernos el chocolate que has traído.
Entra en casa y se sienta en el sofá.

    • ¿Quieres algo de beber?
    • Lo mismo que tú.
Traigo dos vasos con hielo y una botella de Ron miel y me siento junto a Ángel. Empezamos a comer y a beber y cuando vamos por la mitad de la caja y todavía más de la botella, me besa inocentemente , yo le respondo sedienta de sus besos y le empujo hacia atrás quedando yo encima de él, mientras que me quita la camiseta seguimos besándonos, sus besos se dirigen a mi cuello, son tiernos y apasionados, paramos en lo que yo le quito la camiseta, mis besos bajan desde su boca hasta su musculado pecho, su pantalón desaparece, al igual que mis shorts, Ángel pasa uno de los bombones ya derretidos por mi cuerpo y luego lo lame estremeciéndome y haciéndome gemir, me coge en brazos y me lleva hasta mi cama, allí seguimos esta locura (es la primera vez para ambos), Ángel me quita el sujetador y el resto de mi ropa interior, yo deslizo sus boxers hasta donde me llegan las manos y le paro, me mira desconcertado y jadeante cuando busco en un cajón de mi mesilla, aunque lo comprende todo al ver un preservativo en mi mano porque no puedo obviar las consecuencias que nos podría traer una imprudencia, se lo pongo y continuamos, me coge por la cintura y me sienta encima suya y finalmente hace lo que llevo deseando durante los dos últimos meses, haciendo que seamos uno al fin, seguimos besándonos, cuando empezamos a gemir el timbre suena.

    • No abras.
    • Ni loca- Insisten hasta que me harto- Espera aquí un momento, en lo que le parto la cara al que llama- Le digo jadeante-.
Me envuelvo en una manta que me cubre entera, abro la puerta y veo a un enfadado Hugo en el rellano.

    • ¿Qué quieres ahora?
    • Que dejes de fingir que estás con alguien para ponerme celoso porque estoy estudiando para el examen de recuperación de mañana y además no funciona, los dos sabemos que llegaste y que sigues sola.
    • ¿Qué dices? No estoy intentando ponerte celoso y deja de cortarme el rollo.
    • Dejalo ya, que no funciona.
    • Laura, ven a la cama- Chilla Ángel desde la habitación-.

    • Voy. Adiós, Hugo- Le cierro la puerta en las narices-.
Vuelvo a a cama y termino lo que empecé con Ángel.

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