Capitulo
II.
Una
noche cualquier, en un lugar de la ciudad.
¨No
puedo dejar de mirarle, pero ¿Qué me ocurre?¨ pienso yo. En ese
momento, él gira la cabeza y me mira con esos preciosos ojos azules
y siento que el corazón se me acelera, nunca nadie antes me había
mirado como me está mirando él. Noto unos toques en mi mano y giro
la cabeza, veo al camarero de la barra avisándome que ya estaban mis
bebidas. Las cojo y me voy a la mesa donde las Crazy ya me están
esperando. Se nos acaban las bebidas rápidamente y cuando me giro
para dirigirme a la barra, veo a el chico del otro día (cuyo nombre
es Ángel) entrando por la puerta, él me mira y se acerca a mi,
mientras yo pienso ¨Madre mía, la que se me viene encima¨. Ángel
se pone frente a mí y me besa, yo ni siquiera cierro los ojos y lo
separo de mí, mientras lo arrastro hacia un rincón de la sala. Le
digo que fue un error, que tengo novio y cientos de mentiras y
tópicos más para deshacerme de ese chico, cuando termino sale
corriendo por la puerta y yo veo como se aleja rápidamente. Me
acerco a la barra y ese chico de ojos azules sigue ahí, bebiendo su
Coca-Cola, se da cuenta de mi presencia y vuelve a mirarme durante
unos minutos hasta que deja su refresco y se acerca a mí, me saluda
y se presenta al igual que yo, su nombre es Hugo. El camarero me
llama para avisarme de que las bebidas están listas, me despido de
aquel chico y voy a por las bebidas, pero por el camino me resbalo
con un hielo y caigo al suelo, aunque con una anomalía no llego a
tocarlo, Hugo me a parado a apenas 3 cm del suelo, mi respiración es
agitada al igual que la suya, nuestras miradas se encuentran y mis
labios se van acercando lentamente a aquellos que segundos antes
había deseado y que ahora están tan cerca de los míos, a apenas
centímetros de ese paraíso su teléfono suena rompiendo aquel
hechizo.
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